FACTURA
- Es un documento mercantil que refleja toda la información de una operación de compraventa. La información fundamental que aparece en una factura debe reflejar la entrega de un producto o la provisión de un servicio, junto a la fecha de devengo, además de indicar la cantidad a pagar en relación a existencias, bienes de una empresa para su venta en eso ordinario de la explotación, o bien para su transformación o incorporación al proceso productivo, además de indicar el tipo de Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que se debe aplicar.
- Factura ordinaria
Es la más usada con diferencia en las empresas. La factura
ordinaria refleja una operación comercial, ya sea de compraventa de algún
producto o de prestación de algún servicio.
Este tipo de factura debe contener datos sobre la operación
que se va a llevar a cabo. Datos tales como: número de factura, fecha de
expedición, nombre y apellidos o razón social, número de identificación fiscal,
domicilio del emisor y destinatario, descripción de la operación, tipo de IVA,
porcentaje de retención del IRPF, cuota tributaria, importe total a pagar y la
fecha en que se haya producido la operación. Para que una factura pueda
considerarse como tal deberá contener todos estos datos para que sea válida y
conforme a la normativa.
- Factura rectificativa
Por su parte, una factura rectificativa surge cuando, a la
factura anterior (factura ordinaria) hay que realizar le alguna corrección,
puesto que no se ha hecho de manera correcta y, por tanto, no cumple con los
requisitos mínimos exigidos por la ley.
Igualmente, si se realiza algún tipo de descuento o
bonificación, dado que se trata de un dato a modificar de la factura ordinaria,
deberemos acudir a la factura rectificativa para realizar este cambio en el
dato.
- Factura recapitulativa
Como su propio nombre indica, la factura recapitulativa
aglutina en una sola factura varias operaciones dirigidas a un mismo
destinatario, estando comprendidas en distintas fechas, pero siempre dentro del
mismo mes natural. Por tanto, si se trata de operaciones que se dan en
diferentes meses, no se podrían “combinar” y recapitular en una sola factura.
- Factura proforma
Esta clase de factura documenta una oferta comercial,
indicando los productos o servicios que el vendedor ofrece al consumidor a un
determinado precio. De esta manera, se le da al comprador la máxima información
posible y de una manera bastante formal y profesional. No obstante, la factura
proforma no tiene valor contable alguno, ni sirve de jusitificante. Por lo que
ni se numera, ni se aconseja que se proceda a su firma o sello, salvo que el
cliente lo solicite de manera explícita.
Es muy importante que cuando preparemos una factura proforma
lo indiquemos de manera clara y visible en el encabezado de la misma, para
evitar cualquier confusión.
- Factura simplificada
En función de la cantidad de datos que vengan reflejados en
la factura, se entenderá que se trata de una factura simplificada o factura
completa.
En el caso de que la factura contenga todos los requisitos
exigidos por ley (los que comentábamos en el primer tipo de factura), se trata
de una factura completa. Si sólo cumple algunos de los requisitos legales,
estamos ante una factura simplificada.
- Factura electrónica
Esta clase de factura es un equivalente a la factura en
papel. La diferencia es que la factura electrónica se transmite por medios
electrónicos y telemáticos de manera exclusiva.
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